jueves, 17 de julio de 2014

Un taller de cajas


A mediados de enero me enteré de un taller para aprender a hacer cajas forradas de tela,que se impartiría a principios de febrero, y como uno de los  objetivos que me había marcado para el nuevo año era aprender a hacer cosas nuevas, pues no me lo pensé dos veces y enseguida reservé plaza.

Aunque he trabajado con cartón y papel, hasta ahora nunca había hecho cajas ni trabajado con tela, por lo que tenía que aprovecharlo y tratar de disfrutar al máximo.




Aprendí a hacer una caja forrada en tela, con dos tapas y con separación en el medio, que aunque no está nada mal, siempre, por ser la primera, tenemos la obligación de superarla.


Compré unas telas muy bonitas, para poder practicar en casa y no tener la típica excusa de que no tengo todos los materiales que necesito, y tras un mes, por fin puedo decir que lo he conseguido, ya he hecho mi primera caja en casa, en solitario, tratando de recordar cada instante de mi taller.




En esta ocasión he utilizado tela marrón para los laterales exteriores de la caja, tela naranja para el interior y tela de mariquitas para las tapas. A esta no la he puesto separador interior, y aún estoy pensando si ponerlo o no...

Fue un día especial, de aprendizaje, de crecimiento personal, de enriquecimiento para los sentidos.

Me dediqué el día a mí, a disfrutarlo, era una cita conmigo misma, o como me gusta llamarlo ahora porque como tal lo siento: "mis terapias manuales".




Por cierto, ya tengo en mente otra caja con las telas que voy a utilizar, que seguro quedará preciosa, pero de momento está ahí, en mi mente, a ver si consigo con un pequeño empujón ponerme a ello y hacerla, para poder mostrarla también.



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