Reciclar, reutilizar o dar una segunda oportunidad

En esta ocasión, y aprovechando las fechas en las que estamos, que hacemos más compras de las habituales y guardamos las bolsas para otro momento (por lo menos en mi casa), que se lleva tanto reciclar (colaboremos con la naturaleza) y que seguro aparece por nuestra mano alguna bolsa bonita, creo que es tiempo de reciclar, reutilizar o dar una segunda oportunidad a alguna de ellas.



Normalmente cuando voy a hacer un cuaderno, busco papeles que me gusten, que sean bonitos, pero en este caso fue distinto, ya que el papel que he utilizado lo tenía guardado por su ilustración, porque me gustaba muchísimo, y sabía que le debía dar otra oportunidad.



Un día llegó a mi casa una bolsa de papel de una tienda de juguetes con una ilustración preciosa, de esas que enamoran a primera vista, y que guardas como gran tesoro.



Al principio se me ocurrió que podía usarlo para hacer una caja y ponerlo en su tapa, pero esa era sólo una de muchas oportunidades que podía tener.



La bolsa ha pasado muuuucho tiempo guardada en un armario, hasta que en diciembre me hicieron un encargo: un cuaderno de anillas (wire-o), con hojas en blanco, para un chico, que pueda usar para el trabajo, que sea bonito y así vaya más contento a su nueva ubicación.



La tarea al buscar papeles era un poco complicada, pues normalmente me resulta más sencillo buscar papeles para chica que para chico.



Descubrí que al "sorprendido" le gustan los caballeros y los dragones, y de repente recordé mi bolsa, guardada como oro en paño, me fui a buscarla, tomé medidas, cuadré el dibujo y me puse a trabajar en él.



Para terminarlo, le puse una goma elástica, para que lo pueda tener cerrado y no se le estropee el interior.
El resultado es este:



Espero que mi dragón y mi caballero jugando a Piedra, Papel o Tijeras os hayan gustado, que si tenéis bolsas bonitas, deis una segunda oportunidad, que reutilicéis, y que podéis ver que se consiguen resultados muy bonitos con materiales que encontramos a nuestro alrededor.

Y tú, ¿también te atreves a dar segundas oportunidades?